El presidente del Centro Cívico Caracas envió un texto denunciando al menos cuatro robos en los últimos seis meses. “¿Qué cosas y de cuánto valor económico pueden haber en un lugar así?”, se preguntan.

 

Los jubilados del Centro Cívico Caracas expresaron su preocupación ante la ola de asaltos que están sufriendo. Según denuncia el vecino Sergio Grillo, presidente del centro, en los últimos seis meses se han producido en el lugar no menos de cuatro robos.

Por eso, decidieron enviar un comunicado expresando su indignación y pidiendo la atención de las autoridades ante los hechos delictivos producidos en este Centro de Caracas 2321.

“Es una situación rara, extraña… Somos un centro de jubilados, no un banco, ni un comercio”, comienza el texto, y continúa: “¿Qué cosas y de cuánto valor económico pueden haber en un lugar así?”.

Y luego expresan que, “ante un sistema económico que hace descartables a las personas que se jubilan”, ellos decidieron construir un lugar donde “se vuelven a sentir personas”.

El texto firmado por Grillo explica: “No poseemos muchas cosas de valor, por eso no entendemos qué está pasando en nuestra sociedad. Las escuelas, los hospitales, las personas mayores, las mujeres embarazadas, los niños y los centros de jubilados deberían ser intocables ante los hechos delictivos”. Y agrega: “El hombre está destinado a evolucionar, pero nuestra sociedad, por los motivos que sean, va en sentido contrario, en vez de ser cada vez mejores, estamos peor”.

Luego, se dirigieron a los ladrones: “Si son delincuentes comunes los que están detrás de esto, les solicitamos a las autoridades políticas que tomen cartas en el asunto, esto dejó de ser una sensación de inseguridad para pasar a ser una dura y triste realidad desde hace ya un tiempo importante”.

Pero dudaron: “Si no son delincuentes comunes, y esto es producto de nuestro crecimiento y le molesta a alguien, sepan que lejos de amedrentarnos, nos dan una fuerza increíble para seguir adelante, que no es más ni menos que ayudar a que una parte de la sociedad pueda vivir mejor”.

Cierran: “Por favor, no nos roben más, ya no queda más nada para robar, cada puerta, cada reja y cada ventana que rompen para robarnos nos cuesta mucho reponerlas, tengamos códigos”.